Cuando me despierto lo primero que dice buenos días es el sol, el amarillo-naranja brillante. Me pongo los zapatos y salgo, escucho el canto de todos los pájaros, es como si estuvieran cantando una canción solo para mí. Puedo escuchar la suave brisa, se siente bien en mi cabello. Los árboles de afuera son tan hermosos que solo quiero agradecerles, por darnos el oxígeno que necesitamos para poder estar vivos. Las flores también, sus hermosos pedales, rosa, rojo, amarillo, a veces blanco. Todo en la naturaleza es algo tan especial y hermoso que debemos apreciarlo y amarlo hasta el fin del mundo.